viernes, 3 de julio de 2009

El té y el cáncer de esófago


"Una investigación sobre una población del norte de Irán indica que el consumo de té caliente se asocia a un riesgo elevado de padecer cáncer de esófago."

 

Desde la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán informan un estudio más que apoya la asociación entre el consumo de bebidas calientes y el riesgo de desarrollar cáncer esofágico. Golestán es una provincia ubicada al noroeste de Irán. En dicha población, sus habitantes consumen una mayor cantidad de té y a mayor temperatura que los de una región vecina que presenta baja incidencia de cáncer de esófago.

 

La intención de los investigadores fue evaluar la relación entre las características de los hábitos de consumo de té en la provincia de Golestán, dada la alta incidencia de cáncer de esófago. Por este motivo, se documentaron las costumbres en el consumo de té y la temperatura a la que dicha bebida era consumida.

 

Lo que se hizo fue comparar los hábitos en el consumo de té de pacientes con diagnóstico de carcinoma epidermoide de esófago (300 personas) versus los de 571 personas con igual diagnóstico pero de y con los 48.582 participantes del total.

 

El 98% de los participantes en este estudio declaró beber habitualmente té negro, con un consumo promedio diario de más de 1 litro. La temperatura del mismo fue menor de 60ºC en el 39% de los casos, entre 60-64ºC en el 38,9% y de 65ºC ó más en el 22%.

 

El análisis estadístico de todos estos datos indicó que el consumo de té caliente aumentó el riesgo de cáncer de esófago aumentó por beber té caliente 2,07 veces, y 8,16 veces en caso de beberlo muy caliente; ambos frente al té templado o no muy caliente.

 

Otro aspecto de los hábitos considerado en la investigación, fue el tiempo de preposo del té luego de ser servido y previo a ser bebido. En este caso el riesgo aumentó 2,49 veces al beberlo a los 2-3 minutos de servirlo y 5,41 al hacerlo antes de los 2 minutos; ambos frente a dejar reposar el té al menos 4 minutos después de haberlo servido. De modo esperable, se encontró estrecha asociación entre una mayor temperatura del té y el menor tiempo de reposo del mismo.

 

Conclusión: el consumo de té caliente se asoció estrechamente a un mayor riesgo de cáncer de esófago.

 

Lo destacable de este artículo es que, sin privar a la población del consumo de té, es posible cambiar mínimamente algunos hábitos que disminuyen el riesgo expuesto. Esto sería, beber la infusión a temperaturas menores.

 

Tal es así, que en un comentario editorial sobre este estudio lo que recomienda es lo siguiente: "Dejar reposar un promedio de 5-10 minutos entre la preparación del té y su consumo, tiempo durante el cual la bebida será lo suficientemente aromática y es improbable que produzca lesiones térmicas". (David C Whiteman; Hot tea and increased risk of oesophageal cancer - BMJ 2009;338:b610).

 

No parece ser demasiado difícil seguir este consejo y, por el contrario, los beneficios son ampliamente positivos.

Dr. Roman F. Zucchi


 

Comprender a los demás es sabio, comprenderse a uno mismo es estar iluminado. El que vence a los otros es fuerte, pero el que se vence a sí mismo es poderoso. (Lao Tse)

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